Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
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Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Capítulo 1
-¡Amelia!-gritó Herman mientras su hermana rodaba a un lado.
Un demonio behemont, que pertenecía a la horda que los rodeaba, embistió torpemente hacia donde ella había estado.
Herman sacó uno de sus cuchillos serafín de su cinturón.
-¡Jeliel!-gritó, sacó otro.-¡Caliel!-
Ambos cuchillos vibraron en sus manos. Ya estaba acostumbrado a eso, los cuchillos parecían tener vida propia.
-¡Encárgate, de momento, de los otros demonios!-le gritó a su hermana.
Se volvió al demonio, que avanzaba babeando hacia ella.
-A ver, caracol deforme.-susurró.-¡Ven acá!-
Y se lanzó a la carrera rebosando velocidad. Corrió y luego saltó contra el demonio, que había estado volviéndose lo suficientemente despacio como para que él lo atacara en el costado. Enterró a Jeliel en el costado del behemont y se ayudó con Caliel para escalar hasta su espalda.
-¡Yerathel!-Amelia desenvainó otro cuchillo serafín. Se volvió hacia su hermano.-¡Hermy, tenemos compañía!-anunció.
"Mierda", pensó Herman, "Esto va de mal en peor."
Y así era, a decir verdad. Treinta o más licántropos iban directos hacia ahí. Herman no podía saber si iban a matar a los demonios o a matarlos a ellos.
Amelia arremetió contra un raum y el demonio cayó muerto al instante, sólo para volver a su mundo natal una vez muerto. Yerathel, el cuchillo de Amelia, iba y venía con brusquedad por entre los demonios que estaban allí.
Herman volvió a centrarse en el demonio behemont, que había empezado a sacudirse y en cualquier momento lo haría caer. Enterró a Jeliel y Caliel en el lomo del demonio para mantenerse aferrado y vio, con alivio, que la numerosa masa de hombres lobo que se acercaba, eran conocidos suyos.
-¡Vaya, pero si Excentrius Morgenstern!-le gritó al jefe de los licántropos.-¡Te has tomado tu tiempo!-
El tipo se convirtió en lobo a medias. Las orejas se le hicieron puntiagudas, las uñas de los dedos se alargaron levemente en garras muy filosas, incluso le creció un hocico de la boca. Los colmillos le sobresalían.
-¡Rrrarrrr!-gruñó. Se esforzó por hablar.- Cállate, Herondale.-su voz era, a medias, un gruñido como el anterior.-
Herman rió.
-¡Ven y ayúdame, lento!-
El behemont empezó a sacudirse más fuerte, y Jeliel saltó de su piel y resbaló de la mano de Herman.
Excentrius saltó y, de un segundo a otro, era un lobo de pelaje totalmente plateado.
Su manada ayudaba a Amelia, la hermana de Herman, y eliminaban con implacable habilidad a casi todos los demonios.
Herman se aferró a Caliel con una mano y aplicó en ello toda la fuerza que le fue posible hacer. Estaba por resbalar cuando Excentrius saltó sobre el lomo, se destransformó a medias y llevó sus zarpas hacia la espalda del behemont con una fuerza tan brutal que podría haber roto una pared. Los brazos se le hundieron hasta los codos.
-¡Ha abierto la boca!-le gritó a Herman.-¡En mi cinturón tengo cuchillos de cocina...!-
-¡¿Cuchillos de cocina?!-preguntó Herman escandalizado.
Excentrius rodó los ojos.
-¡Úsalos para matar al behemont!-le gritó.
Herman se arrastró por la espalda del demonio y arrancó uno de los cuchillos del cinturón de Excentrius. Saltó al suelo y corrió para colocarse de frente a su adversario.
-¡Toma ya!-le gritó, y se lo lanzó.
El cuchillo de cocina cortó el aire con un silbante sonido desgarrador y el demonio behemont se lo tragó.
-Qué estúpido eres.-susurró Herman.
Un segundo más tarde, el demonio se estaba retorciendo con ferocidad, intentando regenerarse pero sin poder hacerlo. Finalmente cayó muerto poco después.
Amelia se acercó a su hermano.
-Hemos de informar a La Clave.-dijo.-Los behemont no han venido tan cerca.-miró a su hermano con preocupación.-Esto me preocupa, Hermy.-
Herman se rascó la cabeza y bostezó.
-¿En serio?-su hermana lo miró furiosa.- Bueno, tampoco es tan importante.-le espetó.- Este no es el primer behemont que matamos, hermana.-le recordó.
Amelia asintió.
-Matamos al primero justo antes de hacernos parabatais.-dijo.- El hecho de matarlo trabajando en equipo fue lo que nos decidió, ¿recuerdas?-
Herman asintió de mala gana.
-No vienen nunca tan cerca del Vaticano.-siguió Amelia.- No sé tú qué quieres hacer, pero desde luego informaré a La Clave.-
Su hermano rodó los ojos.
-Muy bien. Te acompañaré.-
-Oigan, odio interrumpirlos, lo saben.-empezó otra voz; era Excentrius.- Pero me debes un cuchillo nuevo, Herondale.-apuntó a Herman con un dedo torcido.
Él hizo agitó un brazo en una seña de desdén.
-Lo sumo a la lista.-se mofó.
-Oye, ahora yo siento interrumpir.-dijo Amelia.- Pero mamá nos espera en el Instituto.-
-Querrás decir: "En la Prisión".-sugirió Herman.
Amelia lo miró furiosa.
-No serías un Cazador de sombras si no fuera por...-
-Para.-le dijo suavemente Herman.- Estaba bromeando.-
Amelia suspiró, Excentrius le puso una mano en el hombro a Herman.
-Vaya sentido del humor que tienes.-dijo.- Te voy a sumar a mi colección de cadáveres de payasos. Esos sí que dan gracia.-
-Oh, gracias por la oferta, Excentrius, pero no me interesa.-
El licántropo soltó una risita forzada y echó a andar hacia la ciudad por el camino de vuelta.
-Será mejor que nos vayamos.-le soltó Amelia.
-Oh, sí. Vayamos a molestar a nuestros amadísimos padres.-
-¡Amelia!-gritó Herman mientras su hermana rodaba a un lado.
Un demonio behemont, que pertenecía a la horda que los rodeaba, embistió torpemente hacia donde ella había estado.
Herman sacó uno de sus cuchillos serafín de su cinturón.
-¡Jeliel!-gritó, sacó otro.-¡Caliel!-
Ambos cuchillos vibraron en sus manos. Ya estaba acostumbrado a eso, los cuchillos parecían tener vida propia.
-¡Encárgate, de momento, de los otros demonios!-le gritó a su hermana.
Se volvió al demonio, que avanzaba babeando hacia ella.
-A ver, caracol deforme.-susurró.-¡Ven acá!-
Y se lanzó a la carrera rebosando velocidad. Corrió y luego saltó contra el demonio, que había estado volviéndose lo suficientemente despacio como para que él lo atacara en el costado. Enterró a Jeliel en el costado del behemont y se ayudó con Caliel para escalar hasta su espalda.
-¡Yerathel!-Amelia desenvainó otro cuchillo serafín. Se volvió hacia su hermano.-¡Hermy, tenemos compañía!-anunció.
"Mierda", pensó Herman, "Esto va de mal en peor."
Y así era, a decir verdad. Treinta o más licántropos iban directos hacia ahí. Herman no podía saber si iban a matar a los demonios o a matarlos a ellos.
Amelia arremetió contra un raum y el demonio cayó muerto al instante, sólo para volver a su mundo natal una vez muerto. Yerathel, el cuchillo de Amelia, iba y venía con brusquedad por entre los demonios que estaban allí.
Herman volvió a centrarse en el demonio behemont, que había empezado a sacudirse y en cualquier momento lo haría caer. Enterró a Jeliel y Caliel en el lomo del demonio para mantenerse aferrado y vio, con alivio, que la numerosa masa de hombres lobo que se acercaba, eran conocidos suyos.
-¡Vaya, pero si Excentrius Morgenstern!-le gritó al jefe de los licántropos.-¡Te has tomado tu tiempo!-
El tipo se convirtió en lobo a medias. Las orejas se le hicieron puntiagudas, las uñas de los dedos se alargaron levemente en garras muy filosas, incluso le creció un hocico de la boca. Los colmillos le sobresalían.
-¡Rrrarrrr!-gruñó. Se esforzó por hablar.- Cállate, Herondale.-su voz era, a medias, un gruñido como el anterior.-
Herman rió.
-¡Ven y ayúdame, lento!-
El behemont empezó a sacudirse más fuerte, y Jeliel saltó de su piel y resbaló de la mano de Herman.
Excentrius saltó y, de un segundo a otro, era un lobo de pelaje totalmente plateado.
Su manada ayudaba a Amelia, la hermana de Herman, y eliminaban con implacable habilidad a casi todos los demonios.
Herman se aferró a Caliel con una mano y aplicó en ello toda la fuerza que le fue posible hacer. Estaba por resbalar cuando Excentrius saltó sobre el lomo, se destransformó a medias y llevó sus zarpas hacia la espalda del behemont con una fuerza tan brutal que podría haber roto una pared. Los brazos se le hundieron hasta los codos.
-¡Ha abierto la boca!-le gritó a Herman.-¡En mi cinturón tengo cuchillos de cocina...!-
-¡¿Cuchillos de cocina?!-preguntó Herman escandalizado.
Excentrius rodó los ojos.
-¡Úsalos para matar al behemont!-le gritó.
Herman se arrastró por la espalda del demonio y arrancó uno de los cuchillos del cinturón de Excentrius. Saltó al suelo y corrió para colocarse de frente a su adversario.
-¡Toma ya!-le gritó, y se lo lanzó.
El cuchillo de cocina cortó el aire con un silbante sonido desgarrador y el demonio behemont se lo tragó.
-Qué estúpido eres.-susurró Herman.
Un segundo más tarde, el demonio se estaba retorciendo con ferocidad, intentando regenerarse pero sin poder hacerlo. Finalmente cayó muerto poco después.
Amelia se acercó a su hermano.
-Hemos de informar a La Clave.-dijo.-Los behemont no han venido tan cerca.-miró a su hermano con preocupación.-Esto me preocupa, Hermy.-
Herman se rascó la cabeza y bostezó.
-¿En serio?-su hermana lo miró furiosa.- Bueno, tampoco es tan importante.-le espetó.- Este no es el primer behemont que matamos, hermana.-le recordó.
Amelia asintió.
-Matamos al primero justo antes de hacernos parabatais.-dijo.- El hecho de matarlo trabajando en equipo fue lo que nos decidió, ¿recuerdas?-
Herman asintió de mala gana.
-No vienen nunca tan cerca del Vaticano.-siguió Amelia.- No sé tú qué quieres hacer, pero desde luego informaré a La Clave.-
Su hermano rodó los ojos.
-Muy bien. Te acompañaré.-
-Oigan, odio interrumpirlos, lo saben.-empezó otra voz; era Excentrius.- Pero me debes un cuchillo nuevo, Herondale.-apuntó a Herman con un dedo torcido.
Él hizo agitó un brazo en una seña de desdén.
-Lo sumo a la lista.-se mofó.
-Oye, ahora yo siento interrumpir.-dijo Amelia.- Pero mamá nos espera en el Instituto.-
-Querrás decir: "En la Prisión".-sugirió Herman.
Amelia lo miró furiosa.
-No serías un Cazador de sombras si no fuera por...-
-Para.-le dijo suavemente Herman.- Estaba bromeando.-
Amelia suspiró, Excentrius le puso una mano en el hombro a Herman.
-Vaya sentido del humor que tienes.-dijo.- Te voy a sumar a mi colección de cadáveres de payasos. Esos sí que dan gracia.-
-Oh, gracias por la oferta, Excentrius, pero no me interesa.-
El licántropo soltó una risita forzada y echó a andar hacia la ciudad por el camino de vuelta.
-Será mejor que nos vayamos.-le soltó Amelia.
-Oh, sí. Vayamos a molestar a nuestros amadísimos padres.-
Última edición por Dédalo el Sáb Ene 07, 2012 2:59 pm, editado 3 veces
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
charlio sta genial!! haber cuando salgo yo
Arcángel Azrael- Tessa Gray
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Localización : en el instituto de Idris maltratando a las personas :twisted: es coña, aburriendome mortalmente .__.
Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Ooooooooooh hooolaa psicópata xD
Última edición por Dédalo el Miér Ene 04, 2012 6:43 am, editado 1 vez
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
no me llames Amelia, AMY xD esta genial charlu xD
Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
sis decir amelia o amy da lo mismo a decir verdad xD pero como quieras
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Descripciones de personajes:
Herman Herondale: tiene veinte años. Es alto, viste siempre la ropa de Cazador de Sombras. Como todo Cazador, tiene Marcas por todo el cuerpo, y fue marcado a los once años. Tiene ojos marrones y pelo negro. Su musculatura va más allá de la de cualquier humano soldado puesto que, además de ser Cazador de Sombras, entrena con la guardia del Vaticano y se pone trabas a sí mismo, como por ejemplo, cuando está entrenando, acostumbra pelear con la ropa de Cazador de Sombras de mujer -cuando nadie lo vigila, lo cual es normal-, la cual, para un hombre, es un poco incómoda, pero él dice "Ese es mi objetivo. Entrenar con trabas." Gracias a eso, su musculatura es inmensa, y su agilidad aún más. Su parabatai es Amelia, su hermana.
Amelia Herondale: tiene veintiún años. Hermana de Herman. Es de estatura media, tiene ojos azules y, como su hermano, pelo negro. No le gusta llevar la ropa de Cazador, pero está obligada a hacerlo, o de lo contrario le arrebatarían la posición que tanto le costó conseguir. Fue Marcada hace tres años. Es esbelta, aunque desearía ser tan musculosa como Herman -entrena como él, y tanto como él, pero a su cuerpo eso no parece importarle, pues siempre sigue igual-.
Excentrius Morgenstern: hombre lobo de treinta y cinco años de edad, líder de la manada cuyo refugio se encuentra cerca del Vaticano. Tuvo un hijo a los veintiocho años, justo antes de ser mordido. Tras convertirse el licántropo, huyó de su casa en Venecia y asesinó al lobo que lo había mordido. Después de eso, fue a la casa de su familia y se robó a su hermana, Katherine, pero ella no sabe la verdadera historia. Es alto y más musculoso y ágil incluso que Herman. Ama matar demonios. Trata de llevar una vida normal mientras no está con su manada, llevando un negocio de ropa.
Katherine Morgenstern: hermana de Excentrius. Tiene diecinueve años. Tiene ojos verdes y pelo marrón oscuro. Por lo demás, es idéntica a Excentrius, pues entrena con él y tiene, en la lucha, la ferocidad de un hombre lobo.
Ragnor Fell: no hace falta dar datos de él. Es un brujo. Para su descripción, leer "Ciudad de Cristal".
Herminia Fairchild: Fairchild es su apellido de casada. No recuerda el de soltera. Es una vampiresa, y por lo tanto tiene la apariencia general de cualquier vampiro. El inicio de su vida se remonta a 1511. Se convirtió a los treinta y ocho años de edad. Tras volver de la tumba, corrió al clan de vampiros responsables y los mató a todos con total implacabilidad. ¿Cómo lo hizo? Nadie lo sabe. Pero tras eso escapó a Roma, donde ocupó el puesto de jefe de clan de los vampiros de dicha ciudad.
Claudia: es una hada. Aparecerá sólo una vez en todo el fic.
Dieter Blasón: es el brujo que persiguen en esta primera parte del fic. Es primo de Ragnor Fell. Tiene 258 años de edad, y lleva doscientos molestando a los Hermanos Silenciosos.
Caroline Lightwood: Aparece a partir del octavo capítulo. Ella tiene su propio punto de vista escrito por Mili_Shadowhunter. Ella es una excelente cazadora, entrenada en Idris y cazando demonios por el mundo. Su carácter por lo general es fuerte, pero ella trata de ser simpática. También en ocasiones es sarcástica y burlona. Ella tiene ojos verdes, pelo castaño, es esbelta y alta. En el fondo sigue rota por la muerte de sus padres y su parabatai. Tiene 19 años, casi 20. Fue marcada a los 14, algo mas inusual en una chica.
Esos son los personajes importantes.
Herman Herondale: tiene veinte años. Es alto, viste siempre la ropa de Cazador de Sombras. Como todo Cazador, tiene Marcas por todo el cuerpo, y fue marcado a los once años. Tiene ojos marrones y pelo negro. Su musculatura va más allá de la de cualquier humano soldado puesto que, además de ser Cazador de Sombras, entrena con la guardia del Vaticano y se pone trabas a sí mismo, como por ejemplo, cuando está entrenando, acostumbra pelear con la ropa de Cazador de Sombras de mujer -cuando nadie lo vigila, lo cual es normal-, la cual, para un hombre, es un poco incómoda, pero él dice "Ese es mi objetivo. Entrenar con trabas." Gracias a eso, su musculatura es inmensa, y su agilidad aún más. Su parabatai es Amelia, su hermana.
Amelia Herondale: tiene veintiún años. Hermana de Herman. Es de estatura media, tiene ojos azules y, como su hermano, pelo negro. No le gusta llevar la ropa de Cazador, pero está obligada a hacerlo, o de lo contrario le arrebatarían la posición que tanto le costó conseguir. Fue Marcada hace tres años. Es esbelta, aunque desearía ser tan musculosa como Herman -entrena como él, y tanto como él, pero a su cuerpo eso no parece importarle, pues siempre sigue igual-.
Excentrius Morgenstern: hombre lobo de treinta y cinco años de edad, líder de la manada cuyo refugio se encuentra cerca del Vaticano. Tuvo un hijo a los veintiocho años, justo antes de ser mordido. Tras convertirse el licántropo, huyó de su casa en Venecia y asesinó al lobo que lo había mordido. Después de eso, fue a la casa de su familia y se robó a su hermana, Katherine, pero ella no sabe la verdadera historia. Es alto y más musculoso y ágil incluso que Herman. Ama matar demonios. Trata de llevar una vida normal mientras no está con su manada, llevando un negocio de ropa.
Katherine Morgenstern: hermana de Excentrius. Tiene diecinueve años. Tiene ojos verdes y pelo marrón oscuro. Por lo demás, es idéntica a Excentrius, pues entrena con él y tiene, en la lucha, la ferocidad de un hombre lobo.
Ragnor Fell: no hace falta dar datos de él. Es un brujo. Para su descripción, leer "Ciudad de Cristal".
Herminia Fairchild: Fairchild es su apellido de casada. No recuerda el de soltera. Es una vampiresa, y por lo tanto tiene la apariencia general de cualquier vampiro. El inicio de su vida se remonta a 1511. Se convirtió a los treinta y ocho años de edad. Tras volver de la tumba, corrió al clan de vampiros responsables y los mató a todos con total implacabilidad. ¿Cómo lo hizo? Nadie lo sabe. Pero tras eso escapó a Roma, donde ocupó el puesto de jefe de clan de los vampiros de dicha ciudad.
Claudia: es una hada. Aparecerá sólo una vez en todo el fic.
Dieter Blasón: es el brujo que persiguen en esta primera parte del fic. Es primo de Ragnor Fell. Tiene 258 años de edad, y lleva doscientos molestando a los Hermanos Silenciosos.
Caroline Lightwood: Aparece a partir del octavo capítulo. Ella tiene su propio punto de vista escrito por Mili_Shadowhunter. Ella es una excelente cazadora, entrenada en Idris y cazando demonios por el mundo. Su carácter por lo general es fuerte, pero ella trata de ser simpática. También en ocasiones es sarcástica y burlona. Ella tiene ojos verdes, pelo castaño, es esbelta y alta. En el fondo sigue rota por la muerte de sus padres y su parabatai. Tiene 19 años, casi 20. Fue marcada a los 14, algo mas inusual en una chica.
Esos son los personajes importantes.
Última edición por Dédalo el Lun Ene 09, 2012 7:56 am, editado 5 veces (Razón : agregar a Caroline >_<)
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Esta para morirse! Buena Charly!!
Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Y eso que aún no has aparecido.
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Esta genial!No sabia que ya estabas escribiendo un fic
Reitero,esta genial
Reitero,esta genial
Thalia Of Artemis- Isabelle Lightwood
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Thank you
En breve cap 2
En breve cap 2
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Capítulo 2:
-…y eso es todo lo que pasó.-concluyó Amelia.- Me parece raro que los demonios behemont hayan llegado tan cerca del Vaticano. Nunca se han arrimado tanto, ni siquiera cuando al principio de nuestra existencia.-
El padre de Amelia y Herman, James Herondale, se rascó la barbilla y se echó atrás en su silla.
-Eso es cierto, Amy, pero no es un motivo tan preocupante como para…-
-¿No es preocupante?-
Todos se voltearon para ver quién había hablado y distinguieron el contorno de alguien grande y fornido en la puerta. Parecía estar envuelto en sombras.
La sombra dio unos cuantos pasos hacia ellos, avanzando con tanta lentitud como le fue posible para irritar a todos.
-Soy Ragnor Fell.-se declaró.-Soy un…-
-Un brujo.-lo cortó Herman. Todos lo miraron durante un segundo y luego volvieron la cabeza al brujo.- Yo te conozco. Acudí a ti una vez.-se levantó la manga izquierda de la remera. Una cicatriz que le recorría todo el brazo, desde la muñeca hasta el hombro, brillaba allí con la luz mágica de la sala.- ¿Recuerdas?-
Ragnor Fell asintió.
-Te recuerdo, joven Herondale. Me caes bien. Y tu hermana también.-añadió con picardía; le lanzó a Amy una mirada, pero ella se la devolvió con asco.- Pero he venido a decirles que tengo un problema y espero que me lo solucionen. Yo he solucionado muchos problemas de ustedes.-añadió.
-Sé breve, Ragnor.-indicó James.
La madre de Herman y Amelia, Adalia Herondale, lo miró inquieta.
Ragnor carraspeó.
-Estoy teniendo problemas con los subterráneos y…-
-Tú eres un subterráneo.-le soltó Adalia.
-Oh, me ofende, mi lady.-respondió Ragnor.- Hablaba de vampiros.-aclaró.
James suspiró.
-Ragnor, nos aquejan problemas peores. Hoy, un behemont y un grupo grande de demonios se acercaron mucho aquí. El poder de Raziel es grande en este lugar, pero se atrevieron a acercarse.-
-Raziel no hará nada por detenerlos, además.-agregó Herman.
-Oh, qué mal.-dijo Ragnor fingiendo pena.- Entonces les propongo algo.-
-Sólo si tiene beneficio para mí.-contestó Hermy.
-¡Herman Herondale!-le gritó su madre.- ¡Esto no tiene mucho que ver contigo!-le soltó en la cara.
-Tranquila, mi lady.-terció Ragnor.- Les propongo esto: ustedes me ayudan con los vampiros, y yo los ayudaré a acallar a los demonios.-
El silencio de hizo en la sala. Tras un rato en el que, obviamente, todos estuvieron pensando en si aceptar o no, Amy comenzó a hablar.
-¿Cómo podemos estar seguros de que no nos traicionarás?-
Ragnor Fell alzó las cejas.
-Bueno, no puedes estar del todo segura, pero, ¿quieres que lo jure? Soy un hombre de palabra, chica. Ahora contéstame.-
-Júralo.-James se puso de pie y fue hasta él.- Júralo por Dios.-Ragnor abrió mucho los ojos.- Tú que sabes que existe, júralo por Dios… ni siquiera por Raziel… por Dios. Es un juramento que no podrás romper.-
Ragnor pareció pensárselo.
-Bueno.-dijo.- De todas formas, soy inmortal. Supongo que prefiero morir luchando contra los demonios que pasar la eternidad sin hacer nada.-se cruzó de brazos.- ¿Qué quieres que diga?-
-Dame tu mano.-le indicó James. Ragnor se la tendió y el padre de Herman la mantuvo apretada entre las suyas.- Repite después de mí.-le dijo. El brujo asintió.- Juro por el nombre de Dios…-
* * *
Abrió la puerta de su habitación y se tumbó en la cama.
En su alcoba, todo estaba desordenado. Había libros apilados aquí y allá por todas partes, su ropa mundana pulcramente doblada por su madre abandonada en un rincón. Otro juego de ropa de Cazador de Sombras colgado de una percha. Se quedó mirando el techo, donde había dibujos de Cazadores de Sombras peleando contra demonios. Para rematarlo, en un rincón se veía la mano de Dios y en el otro la del Lucifer. Se preguntó por qué habían dibujado eso en el Vaticano, pero supuso que era historia del pasado, del origen de los demonios y bla bla bla. Todo eso no le importaba. Lo único que él quería hacer era matar, matar y matar. Había visto morir a su mejor amigo degollado por un demonio a los ocho años de edad, cuando se convirtió en Cazador de Sombras. Experimentó un cambio repentino y brusco en su personalidad, y empezó a entrenar con fiereza día tras día, prometiéndose a sí mismo que si se cruzaba con ese Demonio Mayor lo haría trizas con sus propias manos, no haría uso siquiera de los cuchillos serafín o armas mortales, simplemente le retorcería cada miembro. Al final, a los once los habían marcado. Si bien todavía tenía que esperar otro año, La Clave estuvo de acuerdo, mágicamente, en que su entrenamiento estaba terminado. Cuando él hubo cumplido los diecisiete, marcaron, a regañadientes, a Amelia, su hermana. Su padre James había mantenido discusiones sobre eso con La Clave durante mucho tiempo. Ni siquiera Adalia, la madre de Herman, había sido marcada a pesar de ser una luchadora excelente.
Cuando alguien llamó a su puerta, salió de sus pensamientos bruscamente.
-¿Quién es?-preguntó.
La voz de Amelia contestó desde el otro lado.
-Soy yo, idiota.-le dijo.
-Oh, vamos, deja de molestarme.-se quejó Herman.
Pero Amy abrió la puerta de todos modos y se metió en la habitación. Contempló un segundo el techo y luego volvió a hablar.
-Vístete. Vamos a acompañar a Ragnor a la guarida de los vampiros.-
-…y eso es todo lo que pasó.-concluyó Amelia.- Me parece raro que los demonios behemont hayan llegado tan cerca del Vaticano. Nunca se han arrimado tanto, ni siquiera cuando al principio de nuestra existencia.-
El padre de Amelia y Herman, James Herondale, se rascó la barbilla y se echó atrás en su silla.
-Eso es cierto, Amy, pero no es un motivo tan preocupante como para…-
-¿No es preocupante?-
Todos se voltearon para ver quién había hablado y distinguieron el contorno de alguien grande y fornido en la puerta. Parecía estar envuelto en sombras.
La sombra dio unos cuantos pasos hacia ellos, avanzando con tanta lentitud como le fue posible para irritar a todos.
-Soy Ragnor Fell.-se declaró.-Soy un…-
-Un brujo.-lo cortó Herman. Todos lo miraron durante un segundo y luego volvieron la cabeza al brujo.- Yo te conozco. Acudí a ti una vez.-se levantó la manga izquierda de la remera. Una cicatriz que le recorría todo el brazo, desde la muñeca hasta el hombro, brillaba allí con la luz mágica de la sala.- ¿Recuerdas?-
Ragnor Fell asintió.
-Te recuerdo, joven Herondale. Me caes bien. Y tu hermana también.-añadió con picardía; le lanzó a Amy una mirada, pero ella se la devolvió con asco.- Pero he venido a decirles que tengo un problema y espero que me lo solucionen. Yo he solucionado muchos problemas de ustedes.-añadió.
-Sé breve, Ragnor.-indicó James.
La madre de Herman y Amelia, Adalia Herondale, lo miró inquieta.
Ragnor carraspeó.
-Estoy teniendo problemas con los subterráneos y…-
-Tú eres un subterráneo.-le soltó Adalia.
-Oh, me ofende, mi lady.-respondió Ragnor.- Hablaba de vampiros.-aclaró.
James suspiró.
-Ragnor, nos aquejan problemas peores. Hoy, un behemont y un grupo grande de demonios se acercaron mucho aquí. El poder de Raziel es grande en este lugar, pero se atrevieron a acercarse.-
-Raziel no hará nada por detenerlos, además.-agregó Herman.
-Oh, qué mal.-dijo Ragnor fingiendo pena.- Entonces les propongo algo.-
-Sólo si tiene beneficio para mí.-contestó Hermy.
-¡Herman Herondale!-le gritó su madre.- ¡Esto no tiene mucho que ver contigo!-le soltó en la cara.
-Tranquila, mi lady.-terció Ragnor.- Les propongo esto: ustedes me ayudan con los vampiros, y yo los ayudaré a acallar a los demonios.-
El silencio de hizo en la sala. Tras un rato en el que, obviamente, todos estuvieron pensando en si aceptar o no, Amy comenzó a hablar.
-¿Cómo podemos estar seguros de que no nos traicionarás?-
Ragnor Fell alzó las cejas.
-Bueno, no puedes estar del todo segura, pero, ¿quieres que lo jure? Soy un hombre de palabra, chica. Ahora contéstame.-
-Júralo.-James se puso de pie y fue hasta él.- Júralo por Dios.-Ragnor abrió mucho los ojos.- Tú que sabes que existe, júralo por Dios… ni siquiera por Raziel… por Dios. Es un juramento que no podrás romper.-
Ragnor pareció pensárselo.
-Bueno.-dijo.- De todas formas, soy inmortal. Supongo que prefiero morir luchando contra los demonios que pasar la eternidad sin hacer nada.-se cruzó de brazos.- ¿Qué quieres que diga?-
-Dame tu mano.-le indicó James. Ragnor se la tendió y el padre de Herman la mantuvo apretada entre las suyas.- Repite después de mí.-le dijo. El brujo asintió.- Juro por el nombre de Dios…-
* * *
Abrió la puerta de su habitación y se tumbó en la cama.
En su alcoba, todo estaba desordenado. Había libros apilados aquí y allá por todas partes, su ropa mundana pulcramente doblada por su madre abandonada en un rincón. Otro juego de ropa de Cazador de Sombras colgado de una percha. Se quedó mirando el techo, donde había dibujos de Cazadores de Sombras peleando contra demonios. Para rematarlo, en un rincón se veía la mano de Dios y en el otro la del Lucifer. Se preguntó por qué habían dibujado eso en el Vaticano, pero supuso que era historia del pasado, del origen de los demonios y bla bla bla. Todo eso no le importaba. Lo único que él quería hacer era matar, matar y matar. Había visto morir a su mejor amigo degollado por un demonio a los ocho años de edad, cuando se convirtió en Cazador de Sombras. Experimentó un cambio repentino y brusco en su personalidad, y empezó a entrenar con fiereza día tras día, prometiéndose a sí mismo que si se cruzaba con ese Demonio Mayor lo haría trizas con sus propias manos, no haría uso siquiera de los cuchillos serafín o armas mortales, simplemente le retorcería cada miembro. Al final, a los once los habían marcado. Si bien todavía tenía que esperar otro año, La Clave estuvo de acuerdo, mágicamente, en que su entrenamiento estaba terminado. Cuando él hubo cumplido los diecisiete, marcaron, a regañadientes, a Amelia, su hermana. Su padre James había mantenido discusiones sobre eso con La Clave durante mucho tiempo. Ni siquiera Adalia, la madre de Herman, había sido marcada a pesar de ser una luchadora excelente.
Cuando alguien llamó a su puerta, salió de sus pensamientos bruscamente.
-¿Quién es?-preguntó.
La voz de Amelia contestó desde el otro lado.
-Soy yo, idiota.-le dijo.
-Oh, vamos, deja de molestarme.-se quejó Herman.
Pero Amy abrió la puerta de todos modos y se metió en la habitación. Contempló un segundo el techo y luego volvió a hablar.
-Vístete. Vamos a acompañar a Ragnor a la guarida de los vampiros.-
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
GENIAL!Guarida de vampiros
Thalia Of Artemis- Isabelle Lightwood
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Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
al final del proximo
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
Taa genial! :3 ¡otro!¡otro!
Arcángel Azrael- Tessa Gray
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Localización : en el instituto de Idris maltratando a las personas :twisted: es coña, aburriendome mortalmente .__.
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
esta genial bro [: ahora a esperar >.<
Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
auu, el líder del clan de vampiros!!! yuju!!
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
tú aún no apareces pero tendrás un papel importante
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
U.u , facheero:) este emoticono es igual a mi
Re: Cazadores de Sombras: Ciudad de los Muertos (por Dédalo y Mili_Shadowhunter (ella a partir del capítulo 8 de Dédalo))
lo digo en serio, sólo que no creo que esperes el final de Herminia
Arcángel Raziel- Jace Herondale
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Arcángel Raziel- Jace Herondale
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